¿Qué pasos debo dar para reemplazar el cigarrillo por vapeo?

Hombre vapeando en blanco y negro

Decidir que ya estás listo para dejar de fumar es sólo la mitad de la batalla. Saber dónde y cómo comenzar este camino para liberarse del humo puede ayudarte a dar el salto. Hemos reunido algunos consejos claves para acompañarte en esta travesía.

Primero que todo, te sugerimos que no pienses en este viaje como “dejar de fumar”, sino un viaje para abandonar un hábito. La actitud y la voluntad lo son todo, por lo que es imperativo centrarse en la meta. Al principio todavía serás vulnerable, por lo que los factores desencadenantes deben identificarse y evitarse:

ABANDONAR VIEJOS HÁBITOS
Si por ejemplo, las pausas para el almuerzo o el encendido después de una comida son costumbres fuertes, debes evitar relacionarte con otros fumadores en estos momentos, hasta que te hagas más resistente a esos impulsos. Al principio, renunciar por completo no debería ser el objetivo principal y se debe partir con pequeños pasos, por lo que determinar mini metas ayuda a entender que tu objetivo final se está logrando de a poco.

Algunos de los factores de hábito más conocidos de los cigarrillos son el movimiento de la mano a la boca y la exhalación de humo. Estas dos acciones pueden satisfacerse con los vaporizadores, haciéndolos más efectivos para dejar de fumar. Otras terapias de reemplazo de nicotina, como los parches, carecen de esta ritualidad y por eso fallan a la hora de satisfacer a un fumador.

persona fumando al atardecer

ENFRENTAR BIEN LAS RECAÍDAS

Un consejo importante, si no es el más importante: no hay que temer ni culparse por las recaídas. Existen diferentes métodos para dejar de fumar y cada persona tiene un proceso propio. Además de encontrar lo que funciona mejor para ti, no te desanimes cada vez que tengas una recaída, sino que utilices esos incidentes para identificar los factores desencadenantes y repitas los procesos hasta que lo logres. No dejes de intentarlo.

RECORDAR QUE EL VAPEO NO ES CANCERÍGENO
Es importante mencionar que la nicotina no es en sí misma lo que hace que los cigarrillos sean tóxicos y la sustancia se usa de hecho con fines medicinales para tratar ciertas enfermedades como el Alzheimer. Son otros compuestos químicos liberados al momento de la combustión, como el monóxido de carbono, alquitrán, arsénico, etc., los que hacen que los cigarros sean potencialmente cancerígenos. Si bien se sabe que los vaporizadores contienen trazas de sustancias nocivas, la cantidad detectada es insignificante en comparación con los cigarrillos.

Nueva llamada a la acción

#VapearNoEsFumar